jueves, 21 de mayo de 2015

Galletitótem

        Espero que hayas dado con las cientos de recetas que circulan por la red, que hayas tenido el tiempo de comparar una que otra, o descubrir alguna de algún libro que te guste y tengas a mano.
 Te aconsejo no tranzar en calidad y sabor, si puedes permitírtelo, compra los mejores productos, las esencias naturales son lo mejor, aunque su precio sea más elevado, el resultado final es lo interesante, es diametralmente opuesto a algo corriente, una vez que lo pruebes lo entenderás, sentirás puro placer. 
Las recetas que tratan de reducir el azúcar y contienen un 10 por ciento más de materia grasa tiende a tener mejor sabor. 

Una vez que tienes el soporte, es decir, el horneado y el glaseado de la galleta más o menos dominado (haz descubierto el punto de la glasa,  y será a la larga el que tu decidas que puedes controlar, en lo referente a los derrames, secado, etc.), tengas definido el color base (si haz decidido dejarlo blanco, negro u otro color, con los colorantes alimentarios que son muy variados, te sirve cualquiera, en gel o en polvo diluidos en agua o en vodka u otro licor. También existen diversas marcas de rotuladores de tinta comestibles, a mi me gusta usar uno que tiene doble punta, una fina micro punto por un lado y más gruesa por el otro, te facilita el trabajo) y la intensidad del mismo, en otras palabras, la galleta lista, pasas a la fase de post-inspiración y concreción, si no la tuviste totalmente planificada de antemano, la idea de la obra a pintar y/o dibujar, la que pensaste mientras preparabas las galletas.

Debo señalar que la improvisación añade un motivo para ver efectos insospechados en tu obra.

Puedes ayudarte con algún bosquejo de tu idea, lo mejor es que tenga la dimensión del cortador con el contorno interior imaginario que contendrá el glaseado de azúcar, como en la imagen de abajo.  



Luego pasas a la fase de lanzarte por tu idea, directamente o pre dibujando en la galleta.


 


Lo mejor es que el control lo tienes tu, y decides cuando parar, a mi se me hacía muy tentador sentir el aroma a vainilla mientras pincelaba estás figuras en dorado (comestible) sobre las galletas, porque ya sabía que eran una delicia.

                                              




Prueba en contraste blanco y color.







 








 





  

 La inspiración del Tótem como conexión de grupo humano, símbolo de unión de lo terrenal y lo espiritual a través de las cualidades de los animales me parece una buena forma de canalizar las energías que nos permiten elevarnos a un plano menos terrenal respetando el medio ambiente. Y unido al aroma que desprende, sensacional. 




              


         


        



Espero que hayas disfrutados de estas galletas Tótem, tanto como he disfrutado al crearlas y probarlas.





Los cortadores los adquirí en: Postreadicción!


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